Al-Hasan Al-Basri relató:
"Un día, mientras paseaba con un joven dévoto [piadoso] por las calles y
mercados de Basora, llegamos de repente a una reunión. Hombres, mujeres y niños
estaban cerca de un médico que presidía un asiento. Tenían en sus manos un
recipiente de agua y se informaban sobre las [virtudes medicinales] de los
remedios colocados antes ellos.
El dévoto se acercó y le preguntó:
"¡ Oh, doctor! ¿Tiene usted un remedio que lave los pecados y cure las
enfermedades [espirituales] del corazón?
El médico respondió: "¡Por supuesto! "
El dévoto le pidió, "¡ Démelo! "
El médico le dijo:
"Retén de mí, estas diez cosas":
Toma la raíz del árbol de la pobreza, y la del árbol de la modestia,
Añade leche del arrepentimiento,
y échalo todo en un mortero para machacar a placer.
Luego, reduce todo a pequeños trozos con el mazo de la sobriedad.
Después coloca todo en el caldero del temor,
y vierte encima el agua de la humildad.
Hierve la mezcla con la gratitud.
Enfríalo todo con el abánico de la esperanza.
Luego, tómalo con la cuchara de la alabanza [...]
¡ Si usted hace esto, le aliviará de todos los males y de todas la pruebas, en
este mundo como en el otro! "
Sabiduría musulmana: El Libro de las predisposiciones en el Último Día, Ibn
Hayar, edición Tawhid, páginas 158 -
http://www.fourqane.fr/forum/viewtopic.php?t=13863
Traducido del francés al castellano por Um Amina para
www.islamentrehermanas.com